El Dr. Sánchez-Cordero es ciertamente uno de los biólogos mexicanos contemporáneos más distinguidos. Realizó la maestría en Ciencias y el doctorado (PhD) en Recursos Naturales, en la Universidad de Michigan, Ann Arbor MI, EUA. Posteriormente realizó el posdoctorado en el Field Museum of Natural History en Chicago, Il, EUA. Actualmente ocupa el nivel académico más alto de la UNAM como Investigador Titular “C”. Siendo su especialidad el área de la biodiversidad, particularmente de especies pequeñas de mamiferos. Su excepcional nivel se constata en su alta productividad en revistas internacionales de alto impacto, en su abundante contribución a las mejores revistas mexicanas especializadas y a su obra en libros.
Su fuerte vínculo con el Estado de Morelos deriva de sus nexos con los especialistas de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM). En la UAEM ha fungido como evaluador de programas académicos y como profesor y tutor de tesis, aunque su carrera científica la ha desarrollado principalemente en el Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en la Ciudad de México.
El Dr. Sánchez-Cordero comenzó su carrera docente en 1977, como ayudante de profesor en la Escuela Nacional de Estudios Profesionales de Iztacala de la UNAM. Ha sido profesor de innumerables cursos, no sólo a nivel teórico sino también de trabajo de campo.
En la investigación, resaltan sus aportaciones hacia el mejor conocimiento de la fauna mexicana, con las implicaciones ecológicas correspondientes. Funge como miembro del Consejo Nacional de Áreas Naturales Protegidas desde el año 2002. Cabe mencionar que el estudio de la biodiversidad de especies de mamíferos es de importancia crucial, pues nos permite comprender mejor cómo vivir en armonía con nuestro entorno y por ende, con mejores posibilidades de perdurar como una comunidad civilizada permitiendo la sobrevivencia de animales y plantas. Así el Dr. Sánchez-Cordero forma parte de un grupo pequeño de investigadores entusiastas y comprometidos, en un área del conocimiento que quizá ha perdido reflectores, en aras de otras disciplinas biológicas de moda, como son la biología molecular y la biotecnología. Tenemos cerca el corredor biológico del Ajusco Chichinautzin-Buenavista, de gran interés académico, pues delimita zonas geográficas de gran diversidad entre la Ciudad de Cuernavaca y la Ciudad de México, con consecuencias relevantes para la vida diaria de los morelenses. Este corredor debería estarse estudiando con mucho más recursos y sobre todo, con el concurso de más mentes mexicanas talentosas.