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Mora Celis, Jaime
jmora@ccg.unam.mx
El Dr. Mora es Médico Cirujano de la Facultad de Medicina de la UNAM, 1958 y doctor en Ciencias con especialidad en Bioquímica de la Facultad de Ciencias Químicas de la UNAM, 1968. Actualmente, es Investigador Emérito del Centro de Ciencias Genómicas de la UNAM e Investigador Nacional Nivel III.
El Dr. Mora es investigador y docente a partir de 1956. Ha desarrollado 14 áreas de investigación, ha laborado ocho veces en academia y administración y 15 veces como docente. Tiene 70 artículos de investigación publicados en revistas y más de 1636 citas a sus artículos, cuenta con el registro de una patente, seis artículos científicos en preparación, tres ediciones de libros científicos, 43 artículos de revisión y/o capítulos en libros.
El Dr. Mora ha producido material de divulgación en tres revistas y tres libros, 152 comunicaciones formales en el país (nacionales) y 155 en el extranjero (internacionales). Ha participado en 40 conferencias sustentadas por invitación en el país y en 40 en el extranjero. Asistió a un congreso de actualización.
La participación del Dr. Mora en la formación de personal o recursos humanos ha sido de 23 tesis de licenciatura, 15 tesis de maestría en Ciencias Químicas, 13 tesis de Doctorado en Ciencias Químicas, seis Desarrollos de infraestructura y 14 participaciones en Asociaciones, Colegios o Academias. Ha recibido 74 distinciones académicas y 17 premios especiales.
Hemos desarrollado dos líneas de investigación principalmente, pero ha surgido una tercera que se enmarca en el impulso que ahora tienen las ciencias genómicas a nivel mundial.
En la primera, estudiamos el metabolismo de la bacteria Rhizobium que habita en el suelo y que se asocia con raíces de leguminosas como el frijol. En las raíces la bacteria vive en unas estructuras llamadas nódulos y le proporciona nitrógeno en un proceso llamado fijación. Estamos interesados en entender cómo la bacteria usa el carbono y el nitrógeno y las vías metabólicas que participan. Encontramos que la bacteria, aunque es aeróbica estricta, también presenta una fase de metabolismo fermentativo en experimentos de laboratorio o vida libre. Este tipo de metabolismo es importante porque es el que al parecer tiene la bacteria cuando se asocia a las plantas y fija nitrógeno. Para profundizar en esta área, hemos aplicado las herramientas de análisis más novedosas, como el transcriptoma y el proteoma. Con la primera determinamos ¿Qué genes están encendidos en las condiciones de vida libre y en asociación con las plantas? y con la segunda ¿Cuáles de los productos de estos genes dan lugar a proteínas?.
La segunda línea trata del mejoramiento de la capacidad fijadora de la bacteria. El nitrógeno que aporta la bacteria a la planta es un factor importante ya que si se mejora el proceso se podría sustituir el fertilizante químico, que es un contaminante del aire, del agua y del suelo. Así, se podría biofertilizar con bacterias un cultivo esencial en México como el frijol. A través de conocer cómo se regula la síntesis de la enzima más importante de la fijación de nitrógeno, llamada nitrogenasa, logramos aumentar la cantidad que se produce y que funciona cuando la bacteria se asocia a las plantas. De esta forma, se logró incrementar en 40% la producción de semilla pero algo muy importante fue que la semilla era 50% más nutritiva. Realizamos experimentos de campo y se obtuvieron resultados similares. Lo anterior nos alentó para establecer un convenio con una compañía que se comprometió a producir y distribuir, a bajo costo, un biofertilizante basado en estas bacterias mejoradas, con el cual el agricultor podrá incrementar sus ganancias, la población consumirá un frijol con mayor cantidad de nutrientes y se podrá disminuir el efecto ambiental nocivo de los fertilizantes químicos tradicionales. En el Centro se ha desarrollado la genómica desde hace varios años. Por ejemplo, aquí se obtuvo el genoma de la bacteria Rhizobium.
En la tercera línea, realizamos un estudio de genómica comparativa, aprovechando que están disponibles los genomas de bacterias relacionadas a Rhizobium. Encontramos que estos organismos comparten una gran cantidad de genes, aproximadamente 2000, que de éstos la mayoría han conservado su posición en los cromosomas, que están organizados en grupos, que son esenciales para las células y que conservan un alto nivel de identidad. Estos genes, además de reflejar el parentesco entre ellos por ser posiblemente los restos de su ancestro común también codifican las funciones metabólicas típicas de este grupo de bacterias. Actualmente, con el mismo enfoque, extendemos el análisis a bacterias más alejadas.