Conociendo a México desde la primera infancia
La Unión de Morelos, lunes 30 de abril de 2018
Págs. 30 y 31
Conociendo a México desde la primera infancia
Filipa De Castro y Argelia Vázquez Salas
Investigadoras del Departamento de Salud Reproductiva en el Instituto Nacional de Salud Pública.
El desarrollo infantil temprano (DIT) comprende los primeros 8 años de vida de los niños y niñas, en el cual el cerebro se desarrolla de forma extraordinaria.1 Lo anterior, comprende una compleja relación entre las conexiones neuronales que es fuertemente influenciada y definida por las experiencias, así como el entorno infantil. Estas conexiones cerebrales se forman a una velocidad que nunca más se repetirá en la vida, y tienen una influencia significativa por ejemplo en la capacidad de identificar palabras sencillas, objetos o el tomar en cuenta los sentimientos de otras personas, así como la habilidad de lanzar o patear una pelota (desarrollo cognitivo, emocional, físico y social). Además, durante esta etapa se definen oportunidades a largo plazo como el aprendizaje escolar y la posibilidad de una vida adulta productiva, sana y satisfactoria.
Un desarrollo infantil temprano saludable y en igualdad de condiciones y/o características independientemente de las capacidades, grupo o clase social al que pertenece un individuo, implica que todos los niños y niñas, puedan crecer en un contexto adecuado. Esto es un ambiente en que las necesidades físicas, sociales, emocionales y educacionales son atendidas de manera que los niños y niñas logren alcanzar un desarrollo infantil temprano adecuado para su edad. La evidencia científica señala la necesidad de cumplir con tres factores que afectan de manera importante la sobrevida, progreso y aprendizaje de los niños y niñas, así como el logro de un desarrollo infantil adecuado y estos son:
- Recibir una nutrición adecuada
- Contar con oportunidades de estimulación y de aprendizaje
- Crecer en un ambiente de protección y libre de violencia.
Es necesario conocer el estado de salud, bienestar y desarrollo de los niños y niñas, así como el contexto en que viven para monitorear y orientar políticas públicas y programas que beneficien a esta población desde temprana edad. Por lo anterior, el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) en colaboración con la representación en México del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) llevó a cabo la primera encuesta nacional enfocada en los niños y niñas en México: ENIM 2015.
La ENIM es la Encuesta Nacional de Niños, Niñas y Mujeres en México y es una Encuesta de Indicadores Múltiples por Conglomerados (MICS, acrónimo en inglés) de UNICEF. La ENIM 2015 es parte de un programa internacional de entrevistas, que utilizan los mismos instrumentos de medición y se aplican a un miembro del hogar. Las entrevistas fueron desarrolladas por UNICEF, y permiten generar información sobre salud, educación, bienestar, desarrollo infantil temprano, protección infantil, funcionamiento y discapacidad, la cual se resume en 136 indicadores. Estos indicadores fueron creados por UNICEF y al ser generados de la misma manera en distintos países son comparables internacionalmente y estadísticamente sólidos.
La información generada por la ENIM 2015 permite conocer la situación de los niños, niñas y mujeres en México sobre esos temas, además de generar evidencia importante sobre cuales áreas necesitan más apoyo. Esta información se debe considerar por el gobierno para el diseño de programas y políticas públicas enfocadas en mejorar el bienestar de la población.
La ENIM 2015, se diseñó para poder conocer la situación de los niños, niñas y mujeres a nivel nacional, así como de la población que vive en zonas urbanas y rurales, además de 5 regiones del país (Noroeste, Noreste, Centro, Ciudad de México-Estado de México y Sur). La información de la ENIM 2015 se recolectó a partir de la visita a 10,760 hogares. En cada vivienda se aplicó un cuestionario de hogar, un cuestionario a todas las mujeres de 15 a 49 años, un cuestionario a las madres de todos los niños y niñas de 0 a 4 años, así como un cuestionario de funcionamiento y discapacidad a las madres de todos los menores de 5 a 17 años. Además, a los niños de 0 a 4 años se les midió peso y talla, mientras que a los niños de 1 a 4 años se les midió el nivel de hemoglobina en sangre.
Resultados sobre el Desarrollo Infantil Temprano de niños y niñas de 3 y 4 años en México:
La ENIM identifica a los niños y niñas con desarrollo infantil temprano adecuado de acuerdo con las cuatro áreas del desarrollo: alfabetización-conocimientos numéricos, físico, socio-emocional y aprendizaje. Se consideran con desarrollo adecuado a aquellos niños y niñas que presentan las habilidades adecuadas en 3 de las 4 áreas del desarrollo. El instrumento utilizado para esta medición es el Índice de Desarrollo Infantil Temprano desarrollado por UNICEF.
De acuerdo con el Índice de Desarrollo Infantil Temprano, el 82% de los niños y niñas de 3 a 4 años se desarrollan de manera adecuada. Esto significa que, en México, aproximadamente 1 de cada 5 niños y niñas de 3 y 4 años, presentan un desarrollo no adecuado (Ver Figura 1), siendo mayor este porcentaje entre los niños y niñas más pobres (55%).
Determinantes del Desarrollo Infantil Temprano:
1. Nutrición:
Es necesaria una nutrición adecuada en la primera infancia para un desarrollo normal y así las niñas y niñas puedan identificar objetos, nombrar letras y/o números o lanzar y/o patear una pelota, además de tomar en cuenta los sentimientos de otras personas u ofrecer ayuda (desarrollo cognitivo, motor y socio-emocional). Las prácticas de lactancia y de alimentación adecuadas en los primeros años de vida tienen un efecto positivo sobre la salud, el desarrollo y el bienestar a lo largo de toda la vida.
Si bien casi todos los niños y niñas fueron amamantados alguna vez (95%), sólo la mitad (51%) inició lactancia materna dentro de la primera hora después del nacimiento. Lo anterior, con un porcentaje particularmente bajo entre niños y niñas nacidas en el sector privado (32%). En relación con el tipo de lactancia, aproximadamente 31% de los niños y niñas menores de seis meses recibió alimentación exclusiva al seno materno y 39% lactaron como fuente predominante de alimentación, pero su alimentación se complementa de otros líquidos.
En México, 1 de cada 8 niños y niñas menores de cinco años (12%) presentó retraso en el crecimiento, no alcanzan la talla esperada para su edad (desnutrición crónica); mientras que el 4% presentó bajo peso y el 1% estaba demasiado delgado para su talla (desnutrición aguda). En contraste, el 5% de los niños y niñas menores de 5 años tenía obesidad. La situación anterior puede demostrar que aproximadamente la mitad de los niños y niñas de 6 a 23 meses en México (47%) no recibió una dieta mínima aceptable; es decir, en general no contaron con la frecuencia y diversidad mínima de alimentos. De manera similar, 48% de todos los niños y niñas entre 0 y 23 meses había consumido bebidas azucaradas el día previo a la encuesta.
2. Oportunidades de estimulación y de aprendizaje:
El desarrollo infantil adecuado depende de los cuidados responsables y estimulantes por parte de sus cuidadores primarios, generalmente de la madre y del padre, pero también de otros adultos que habitan en el hogar. Asimismo, los niños y las niñas pueden llegar mejor preparados a la escuela primaria mediante la asistencia a programas de educación temprana (cuentan con planes educativos organizados que estimulen el desarrollo infantil temprano, pueden ser públicos o privados como guarderías, estancias infantiles o preescolar). La exposición a un ambiente estimulante y a oportunidades de aprendizaje promueven las competencias cognitivas, así como el desarrollo socio-emocional.
La educación inicial en México de acuerdo con la constitución de nuestro país es el preescolar y está diseñado con el objetivo de propiciar el desarrollo cognitivo, físico, afectivo y social, ajustándose a las características de edad y entorno de los niños y niñas. En 2002 se reconoció a la educación preescolar en México como obligatoria de acuerdo con la reforma educativa en educación básica.
De acuerdo con la ENIM 2015, sesenta por ciento de los niños y niñas de 36 a 59 meses en México asiste a un programa educativo organizado para la infancia temprana, siendo la asistencia más elevada entre los niños y niñas de 48 a 59 meses (75%) que entre los niños y niñas de 36 a 47 meses (40%). No se encuentran diferencias notables entre zonas urbanas y rurales, en contraste con lo que se observa entre regiones del país (Noroeste, Noreste, Centro, Ciudad de México-Estado de México y Sur). La asistencia a estos programas es considerablemente más elevada entre los niños y niñas que viven en los hogares más ricos (71%) en comparación con los niños y niñas que viven en hogares más pobres (58%). De manera similar, la asistencia a programas de educación temprana se asocia fuertemente con la educación de las madres, los hijos de madres más educadas asisten con mayor frecuencia a estos programas (82.1%) en comparación con los hijos de madres sin educación (50.7%) (Ver figura 2).
Es bien sabido que la participación de los adultos en las actividades de los niños y niñas, la presencia de libros infantiles en el hogar y las condiciones del cuidado son señales importantes de la calidad del cuidado en el hogar. LA ENIM 2015 recolectó información sobre una serie de actividades que estimulan el aprendizaje en la infancia temprana; por ejemplo, la participación conjunta entre adultos, así como de niños y niñas en las siguientes actividades: leer libros infantiles o ver libros con imágenes, contar cuentos, cantar canciones, sacar a los niños y niñas al exterior del hogar, al jardín o al patio, jugar con ellos y dedicarles tiempo para que aprendan a nombrar, contar o dibujar objetos.
Durante los tres días previos a la encuesta, el 76% de los niños y niñas de 36 a 59 meses participaron con un miembro adulto de la familia en cuatro o más actividades que promueven el aprendizaje y la preparación para la escuela. De acuerdo con la riqueza del hogar, el 94% de los niños y niñas en los hogares más ricos recibieron apoyo al aprendizaje por algún miembro del hogar, mientras solamente el 62% de los niños y niñas de los hogares más pobres recibieron ese apoyo.
Si bien el 76% de los niños y niñas de 0 a 59 meses tiene por lo menos 2 juguetes, sólo el 35% cuenta con por lo menos 3 libros infantiles en sus hogares. La disponibilidad de libros infantiles se asocia con el nivel de riqueza del hogar, los niños y niñas de los hogares más ricos tienen una frecuencia mayor (64.2%) de al menos 3 o más libros en comparación con los niños y niñas de hogares más pobres (15.1%) (Ver figura 3).
3. Ambiente de protección y libre de violencia.
Enseñar a los niños y niñas a tener autocontrol y un comportamiento adecuado de acuerdo con cada situación forman parte integral de la disciplina infantil en todas las culturas. Educar a los niños y niñas de manera positiva implica orientarlos para que aprendan a manejar sus emociones o conflictos de modo que desarrollen buen juicio, responsabilidad y preserven su autoestima, integridad física y psicológica, así como su dignidad. Sin embargo, con frecuencia se educa a los niños y niñas mediante castigos en los que se emplea la fuerza física (golpes) o la intimidación verbal (gritos) para lograr las conductas deseadas. La exposición de los niños y niñas a la disciplina violenta tiene consecuencias perjudiciales, que van desde los impactos inmediatos hasta los daños a largo plazo que pueden manifestarse en la vida adulta. La violencia dificulta el desarrollo infantil adecuado, las capacidades de aprendizaje y el rendimiento escolar de los niños y niñas; inhibe las relaciones positivas; causa baja autoestima, angustia emocional y depresión, además algunas veces, conduce a la posibilidad que los niños y niñas sufran daños y autolesiones.
De acuerdo con la ENIM 2015, 63% de los niños y niñas de 1 a 14 años fueron sometidos al menos a una forma de castigo psicológico o físico por miembros del hogar durante el mes previo a la encuesta. Mientras el 6% de los niños y niñas fueron sometidos a un castigo severo (Ver Figura 4).
La mayoría de los hogares emplea una combinación de prácticas disciplinarias violentas, lo que refleja que los cuidadores desean controlar la conducta de los niños y niñas de cualquier forma. Mientras que 53% de los niños y niñas fueron sometidos a agresión psicológica, aproximadamente 44% tuvo un castigo físico. Los niños varones fueron sometidos con mayor frecuencia a disciplina física (45%) que las niñas (42%). Las formas más severas de castigo físico como: golpearlo en la cabeza, las orejas o la cara, o golpearlo con fuerza y repetidamente, son en general menos comunes (6% de los niños y niñas fue sometido a un castigo severo); sin embargo, los niños se ven más afectados por las formas más severas de castigo físico que las niñas (7% y 5%, respectivamente).
Conclusiones
La ENIM 2015 se realizó con la finalidad de mejorar la evidencia disponible acerca de la situación de los niños y niñas en México. Con dicha información resolvemos algunos vacíos fundamentales del conocimiento y debe ser considerada por el gobierno para el diseño de políticas públicas y programas enfocados en la primera infancia.
La ENIM 2015 nos permite identificar el panorama nacional y regional en el contexto rural y urbano sobre el desarrollo infantil temprano de los niños y niñas mexicanos. Nuestros resultados dan cuenta de avances en determinantes del desarrollo infantil adecuado como son la lactancia y nutrición en la primera infancia. Además, permiten identificar retos importantes para la promoción de las oportunidades de aprendizaje temprano y de contextos de crianza libres de violencia. Al ser la primera encuesta Mexicana, específicamente enfocada en la niñez y demostrar diferencias regionales se espera que esta evidencia sirva de insumo al gobierno para el desarrollo de políticas orientadas a disminuir estas disparidades con el fin de garantizar el cumplimiento de los derechos de las niñas y de los niños Mexicanos.
Referencias:
- Shonkoff J, Phillips D (eds). From neurons to neighborhoods: the science of early childhood development. Committee on integrating the Science of Early childhood Development, National Research Council, 2000.
Lecturas recomendadas:
Instituto Nacional de Salud Pública y UNICEF México. 2016. Encuesta Nacional de Niños, Niñas y Mujeres en México 2015 - Encuesta de Indicadores Múltiples por Conglomerados 2015, Informe final. Ciudad de México, México: Instituto Nacional de Salud Pública y UNICEF México.
Disponible en: https://www.insp.mx/enim2015/informe-final-enim.html
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